Si Vis Pacem Para Bellum

El conflicto en Ucrania comenzó con un aumento de las tensiones en torno a la posibilidad de que Ucrania se uniera a la OTAN, algo que Rusia interpretaba como una amenaza directa a su seguridad. Según Moscú, la incorporación de Ucrania a la OTAN contravendría el acuerdo de Varsovia, que prohíbe la expansión de la alianza hacia el este. Este temor llevó a Rusia a intensificar su presencia militar en la frontera con Ucrania, desplegando maniobras que, aunque inicialmente parecían un acto de intimidación, fueron el preludio de la invasión que comenzaría en 2022. Por su parte, Ucrania, consciente de la amenaza, había fortalecido sus defensas, especialmente en Crimea, que ya había sido ocupada por Rusia en 2014. La situación interna de Ucrania también estaba marcada por la polarización, con la formación de grupos de voluntarios de extrema derecha para defender la soberanía nacional.

La invasión rusa se inició en febrero de 2022, con múltiples ejes de ataque. El ejército ruso cruzó la frontera desde el este, desde Crimea y desde Bielorrusia, para envolver rápidamente la capital, Kiev. Sin embargo, uno de los aspectos más sorprendentes de la operación fue la falta de conocimiento entre los soldados rusos, quienes inicialmente fueron informados de la invasión apenas horas antes de cruzar la frontera. Esta falta de preparación y la falta de comunicación en las primeras fases de la operación fueron factores que contribuyeron a la dificultad del avance ruso. El objetivo principal de los rusos era tomar Kiev rápidamente, eliminar al presidente Zelensky y forzar la rendición de Ucrania, pero los ucranianos respondieron rápidamente con una feroz resistencia.

A pesar de la superioridad numérica y material del ejército ruso, Ucrania logró resistir debido a varios factores. Primero, la movilización temprana del ejército ucraniano y la activación de grupos de defensa voluntarios fueron cruciales. Además, la desafiante geografía de la región, especialmente agravada por la famosa rasputitsia (un fenómeno meteorológico que convierte las llanuras de Ucrania en cenagales y profundos barrizales durante las estaciones de lluvia y deshielo), dificultó enormemente el avance de los vehículos rusos, incluidos los tanques y la artillería pesada. Este terreno dificultó la maniobra rusa que, a pesar de su poderío, quedó atrapada en un conflicto urbano extremadamente costoso en términos de recursos y vidas humanas. En Kiev, los ucranianos, con el apoyo de sus civiles, lograron montar una defensa en las afueras de la ciudad, forzando a las tropas rusas a retroceder.

Tras este revés, los rusos tuvieron que replantear su estrategia. La retirada desordenada de las tropas rusas hacia el este de Ucrania y la falta de coordinación entre los distintos ejes de ataque permitieron a los ucranianos concentrar sus fuerzas en el frente oriental, donde los rusos, a pesar de su superioridad numérica, sufrieron grandes pérdidas. Ucrania, con el apoyo limitado pero crucial de países occidentales, comenzó a recibir suministros de armas, aunque la ayuda llegó de manera tardía. Los primeros meses del conflicto fueron una oportunidad perdida para Ucrania, que podría haber logrado una victoria decisiva si hubiera recibido el apoyo adecuado en ese momento.Pues la rasputitsia anteriormente mencionada favoreció que la retirada inicial de los rusos hacia las zonas orientales del país tras su derrota en Kiev fuese lenta y expuesta a diversos ataques.

No es de extrañar pues, que de haber contado el ejército ucraniano con todo el armamento demandado en este momento, habrían podido aprovechar ese momento de debilidad de los rusos para propinarles un golpe del que difícilmente podrían haberse recuperado. Sin embargo, los rusos consiguieron retirarse y hacerse fuertes en las zonas orientales del país. Allí aprovecharon ese primer invierno para construir defensas, atrincherarse y construir una intrincada red de minas , alambre de espino, trincheras ,búnkeres y defensas antiaéreas. De esta forma, la Guerra de Ucrania entró en un fase pendular muy similar a la de la Primera Guerra Mundial.

Este “péndulo” viene determinado por la anteriormente mencionada rasputitsia. Pues durante los meses en los que las llanuras se convierten en cenagales y es imposible avanzar , los dos bandos aprovechan para reforzar sus defensas y acumular tropas. Para acto seguido lanzar una gran ofensiva durante el final de la primavera o el verano, cuando el terreno vuelve a ser transitable para vehículos de gran tonelaje como los carros blindados o los transportes de tropas.

Es en este contexto de guerra de desgaste en el que ambos bandos se turnan durante los meses secos para lanzar ofensivas masivas contra posiciones prácticamente inexpugnables que Ucrania tiene menos probabilidades de prosperar.

Pues en esta “brutalización” del conflicto donde se asume que las perdidas en equipo y vidas humanas van a ser catastróficas, no es tan importante la capacidad de eliminar al enemigo en los meses de verano como lo es la capacidad de reponer tus propias bajas durante los meses de invierno.

De esta forma, Rusia tiene una piscina poblacional mucho más amplia de la que obtener reclutas gracias a sus movilizaciones y reclutamientos masivos. Mientras que los ucranianos tienen una piscina poblacional menor, por lo que sus campañas de reclutamiento cada vez deben de afectar a un mayor porcentaje de su población activa para poder igualar el número de efectivos rusos desplegados en el frente.

Ahora mismo Ucrania se enfrenta a una peligrosa encrucijada. Pues de destinar más población en edad militar al frente , se arriesga a dejar desabastecidos los sectores esenciales para el tejido industrial y social del país. Ante esta situación, y para que Ucrania pudiera continuar mandando gente al frente, la UE y el resto de países proveedores de armas de la OTAN han tomado el papel de ser el músculo industrial y armamentístico de Ucrania. De esta forma, uno de los factores cruciales para la resistencia de Ucrania fue la llegada de tanques y aviones más avanzados, como los tanques Leopard de fabricación hispano-alemana y misiles de largo alcance como los sistemas SAM estadounidenses. Aunque el suministro de estos recursos llegó con un retraso considerable. Pues de haber llegado en los primeros meses en los que los rusos se retiraban de Kiev, habrían supuesto una derrota aplastante de los rusos.

Sin embargo, su llegada a cuentagotas y retraso en el tiempo han provocado que ahora sean necesarios no ya para conseguir la victoria. Sino para evitar un colapso de las líneas ucranianas y postergar una aplastante derrota fruto de la indecisión inicial de los aliados de Ucrania. De esta forma, cada mes y cada año que transcurre en el inmisericorde conflicto ucraniano, acerca más la victoria a Rusia. Pues al contar con una mayor capacidad industrial y piscina poblacional puede reponer sus bajas humanas y materiales a un ritmo superior al de los ucranianos. Y , por mera fuerza de números, arrebatar lenta pero constantemente palmos de tierra a los ucranianos.

Asimismo, este conflicto a puesto en evidencia las deficientes capacidades productivas de la industria armamentistica europea. Pues aunque el armamento producido es de gran calidad y es empleado con gran pericia por los ucranianos, el ritmo de producción es simplemente demasiado bajo para abastecer un conflicto de la intensidad que se está viviendo en Ucrania.

Esto se hace patente en el hecho de que los países de la Eurozona pertenecientes a la OTAN han debido recurrir a sus arsenales nacionales para donar equipo militar a Ucrania. Pues las fábricas destinadas proveer el entramado militar son todavía muy pocas para hacer frente a la incesante demanda. Sin embargo, hasta la salida de EEUU cómo máximo proveedor, esto no parecía ser un problema acuciante. Pues esté país tiene una capacidad más que suficiente para rearmar a Ucrania de forma indefinida y competente debido a su inmenso y complejo entramado industrial pesado y militar. El cual ha sido pulido y mejorado desde la 2GM.

Los países europeos, por nuestra parte , nos hemos confiado en este hecho y hemos descuidado el sector militar en pos del crecimiento económico en otras áreas. A día de hoy, los países de la Eurozona se afanan en reconstruir su entramado industrial y militar con el objetivo de poder abastecer a sus aliados y ellos mismos. Ya que , con los arsenales nacionales quedando paulatinamente mermados y la industria pesada aún incapaz de reponerlos de forma eficiente, nos vemos obligados a comprar material militar a los estadounidenses.

Desde la Guerra Fría hasta la era Trump, EEUU proveía a sus aliados de la OTAN de este armamento a un precio reducido y asequible. Sin embargo, ahora que Europa se ha vuelto dependiente, EEUU ha decidido aumentar los precios de forma considerable para sacar el máximo beneficio posible de nuestra dependencia. Dependencia la cual se va a ver agravada después del anuncio de Trump de retirar gran parte de los efectivos de las bases estadounidenses en suelo europeo. Concretamente aquellas próximas a Rusia.

Otra medida implementada por el ejecutivo estadounidense es que ya no donarán armamento para la causa ucraniana. Sino que ofrecerán a los países europeos la oportunidad de comprarlo a un precio injustamente elevado para después donarlo gratuitamente a los ucranianos si así lo desean.

Por último, mencionar que EEUU ha exigido gran parte de los derechos de explotación de la tierras raras de Ucrania como pago por las armas anteriormente donadas durante la legislatura Biden. Una práctica chantajista y que atenta flagrantemente contra la buena fé contractual.Pero que demuestra la importancia que tiene el sector armamentístico y militar de un país a la hora de reforzar su diplomacia o hacer contrapeso en las relaciones internacionales.

A nivel estratégico, la solución a largo plazo para Europa no solo pasa por mejorar su capacidad de producción militar, sino también por cambiar la percepción pública hacia la guerra y la defensa. Europa debe entender que la paz que ha disfrutado desde la Segunda Guerra Mundial ha sido el resultado de una victoria militar y una posición superior sobre la URSS, y que para preservar esa paz, debe prepararse constantemente para posibles amenazas. En este sentido, la preparación militar es fundamental, pues como dice el antiguo dicho romano "Si vis pacem, para bellum" (Si quieres la paz, prepara la guerra).

La solución que Europa necesita implica una transformación profunda en su enfoque hacia la defensa, invirtiendo en capacidad industrial, formando una red de colaboración en el sector armamentístico y tomando medidas para asegurar que las futuras generaciones puedan responder adecuadamente a las amenazas, ya sea en Ucrania o en cualquier otro frente. El futuro de Europa dependerá de la capacidad para adaptarse a un mundo en el que las tensiones geopolíticas y los conflictos armados no desaparecerán, sino que continuarán evolucionando.

Anterior
Anterior

Para mantener una Europa segura, hace falta una Unión de Defensa real

Siguiente
Siguiente

Este Día de Europa salimos a las calles